domingo, 29 de abril de 2012

El mapa del tiempo. Félix J. Palma

Ambientada en el Londres de 1896 esta historia nos habla de el anhelo del hombre por encontrar una manera veraz y legítima de viajar en el tiempo para ver qué nos deparará el futuro, o para poder cambiar el pasado a su antojo. La historia nos pone en principio en la piel de tres personajes principales. El primero de la historia es el joven Andrew Harrington, un muchacho de la clase burguesa londinense que hastado de la vida de lujo que le rodea, visita el barrio de Whitechapel y se enamora de la prostituta Mary Kelly, conocida por ser la última víctima de Jack el destripador. El segundo personaje se trata de Claire Haggerty, que, al igual que el Sr. Harrington aburrida de su vida de lujos y fiestas en las que hay que guardar unas maneras recatadas acordes para la época, busca un acicate que le de la vuelta a la depresión que siente en su interior. Y el tercero en discordia, es nada más y nada menos que el señor H. G. Wells, autor de novelas como El Hombre invisible, La guerra de los mundos o, la más importante para la historia que nos traemos entre manos, La máquina del tiempo. Cuando esta última novela se ve publicadoa, la imaginería popular se ve de repente ansiosa por conocer qué puede deparar el futuro, e incluso si el imaginado por Wells es posible. Es entonces cuando el mundo de los tres personajes dará un vuelco al aparecer en pleno Londres una empresa llamada Viajes temporales Murray, con la promesa de llevar a aquellos que puedan pagar su enorme precio al año 2000, en una época en la que los autómatas han heredado la Tierra y están a punto de exterminar a la raza humana. La aparición de esta empresa, cambiará e interconectará de manera indirecta la vida de nuestros tres protagonistas.

Una novela genial, imaginativa y repleta de giros arumentales que han hecho las delicias de este humilde lector. Si este escritor en ciernes llamado Félix J. Palma se llamará Andrew Sorrington, y en vez de español fuese sueco, norteamericano o inglés, se alzaría sin duda con millones y millones de peticiones de su obra, porque de verdad, hace mucho que no leía una novela tan bien narrada y resuelta como la que tenemos en las manos.

Con un vocabulario extensísimo, y una narración del todo inusual en la que el narrador es algo así como un ente omnisciente que va contando todo lo que sucede, Félix nos lleva de una manera perfecta al Londres de finales del siglo XIX y nos hace sentir el hedor que despiden los barrios marginales, a la vez que se mezcla con el perfume de las casas parisinas que se estaban convirtiendo en la moda de aquella época.

Putas, escritores, rateros, chantajistas, pervertidos, farsantes, floristeras, empresarios... Todo tipo de personajes dan cabida en esta historia que, a medida que avanza va engañando al lector de una manera insultante y con alevosía, haciéndote que te preguntes si todo lo que sucede en la novela es un gran avance científico o una gran sarta de mentiras. Los personajes que pueblan las palabras de la novela, están a la altura de la historia, cada uno lleno de matices que te hacen preguntarte si el autor no los conoció de verdad en algún momento de su época.

Pero con diferencia, el señor H.G.Wells es el que se lleva la gloria de esta trama. Su psicología, mejor entendida al comienzo de su aparición mediante una perfecta sinopsis de su vida en una especie de biografía, queda tan perfectamente integrada en la historia, que para nada resalta al lado de todo lo leido en capítulos anteriores, sino que se integra perfectamente en la historia. El señor Wells, mediante su particular visión de la vida nos va sumergiendo mas todavía en esa época ávida de cambios y de descubrimientos científicos además de hacernos avanzar por la novela de una manera tranquila pero apabullante que nada pueden hacer los demás personajes para desembarazarse de sus palabras cuando no aparece en la trama.

Los contínuos guiños a diferentes "inventos" del futuro que hoy son normalidad, pero que en aquella época no eran mas que meros sueños para los seres humanos, plagan de humor las páginas de la novela, que a veces son un soplo de aire fresco a la lentitud con la que el autor narra todo lo sucedido, única pega que le achaco a la lectura.

Tremenda novela, casi perfecta para todos aquellos que disfruten con la lectura de los clásicos de la ciencia ficción, o que tengan curiosidad por saber cómo fue la vida de un escritor famoso, nacido en el seno de una familia semianalfabeta y que se convirtió en el baluarte de la otrora llamada Ciencia Ficción.

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