lunes, 18 de julio de 2011

Las luces de Septiembre. Carlos Ruiz Zafón.



Terroríficamente juvenil. Así se podría describir esta pequeña novela,(317 pág.), que completa la trilogía, sin que nada tengan que ver entre ellas salvo el espíritu errante y maligno que es el nexo común entre ellas, que comienza con El príncipe de la niebla y El palacio de la medianoche.
Una viuda asolada por las deudas dejadas por su fallecido marido y sin saber como criar a sus hijos Irene y Dorian, entra al servicio de un juguetero retirado en un pueblecito de la costa.
Allí, tanto la madre como los niños, correrán aventuras y desventuras que, en muchos de los casos, no querrían haber vivido. Conocerán la bondad, la amistad y el amor, pero tambien la agonía del sufrimiento y el miedo sin parangón.
Al más puro estilo Zafón es decir, narración pausada cuando debe y delirante a su tiempo, el autor nos traslada a situaciones descritas tan al milímetro que el lector sentirá miedo, o al menos inquietud, por los protaginstas.
Recomendada lectura de fin de semana, pues se lee fácilmente y en poco tiempo.

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